Los resultados de la campaña específica de identificación de indigentes llevada a cabo por la sección de patrullas de la Policía Local durante el mes de marzo ha puesto de manifiesto que la mayoría (el 92%) rechazó cualquier tipo de ayuda o asistencia para mejorar su sistema de vida. Según el informe, muchos de ellos duermen en inmuebles abandonados.
Muchas son las voces solidarias de Vigo que piden con urgencia la puesta en marcha de un albergue municipal en la ciudad, uno definitivo que amplíe y mejore la asistencia que actualmente se ofrece en el hogar provisional de la Escuela de Hostelería. Los datos de la campaña realizada por las patrullas de la Policía Local durante el mes de marzo reflejan no obstante una realidad diferente, ya que la mayoría de los identificados rechazaron cualquier tipo de ayuda o asistencia para mejorar su tipo de vida. Según fuentes policiales, de las 81 personas identificadas en las calles de la ciudad, sólo cuatro pernoctaban habitualmente en el albergue, mientras que otros dos aceptaron trasladarse a este lugar. El resto, un 92%, es decir, 75 no desearon ayudas. ‘Muchos de ellos pernoctan en inmuebles abandonados y en un caso, incluso, en el interior de un tubo de hormigón de obra ubicado en la calle Areal’, afirma el informe. Otra de las conclusiones de la campaña es que sólo el 20% manifestó cobrar ayudas sociales, entre 300 y 400 euros mensuales, mientras que el resto, 65 aseguran no contar con ingreso alguno. La Policía Local detectó asimismo que un porcentaje importante de personas identificadas padecen adicciones a distintas drogas o alcohol. Sus edades son variables, aunque mayoritariamente se sitúan entre los treinta y sesenta años, mientras que no se detectó la presencia en la calle de ningún menor. Las mismas fuentes indicaron que el ámbito de esta campaña, que hacía años que no se ponía en marcha, se prolongó a lo largo y ancho de toda la ciudad, siendo la finalidad principal a nivel policial, la humanitaria, ‘ya que en numerosas ocasiones se debe intervenir con estas personas cuando se encuentran desorientadas o inconscietes en la vía pública, siendo muy útil en estos momentos conocer sus datos personales y su situación concreta’
En algunos casos se trata de familias, grupos de personas o individuos que buscan un lugar donde poder vivir y no pueden o no quieren pagar un alquiler ni una hipoteca. Se trata de un movimiento social que reivindica el derecho a una vivienda, aun a costa de los bienes de otras personas. Generalmente los partidarios de la okupación suelen justificar esto argumentando que los inmu
ebles okupados están abandonados o son usados únicamente para especular.[2] Por otra parte, la presión[3] ejercida por las autoridades hace que al poblamiento okupa le sea inherente cierta precariedad,[4] que a su vez dinamiza el movimiento e intensifica sus acciones de protesta.
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